Introducción y estado del arte

Durante la pandemia de la COVID-19, las vacunas han demostrado ser un recurso de salud pública esencial en términos de contención de la enfermedad y reducción de la tasa de mortalidad. Desarrollada con agilidad y generando elevadas expectativas por parte del público (Bok et al., 2021), la primera vacuna contra la COVID-19 –desarrollada por Pfizer/BioNTec– fue aprobada globalmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para uso emergencial ¹ en diciembre de 2020.

En Brasil, las primeras vacunas aprobadas para uso doméstico por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) fueron Astrazeneca (en el marco de un acuerdo entre la Universidad de Oxford y la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil) y Coronavac (desarrollada por Sinovac en colaboración con el Instituto Butantan), el 17 de enero de 2021 ² . Poco tiempo después, la enfermera Mônica Calazans se tornó la primera brasileña en ser vacunada con Coronavac, un momento que fue ampliamente cubierto por los medios de comunicación y generó una abundante cantidad de contenido en redes sociales que revelaron los intereses, percepciones, sentimientos y emociones del público respecto a la aprobación de la vacuna y el comienzo del proceso de vacunación contra la COVID-19 en Brasil.

En ese contexto, el objetivo de este artículo fue identificar y reflexionar sobre los sentimientos y emociones compartidos por el público brasileño respecto a las vacunas durante 2020 y 2021, período en que el tema recibió una amplia atención en la esfera pública, generando, a su vez, expectativas e interés. Para ello, fueron seleccionadas para el análisis 1.067 publicaciones en páginas públicas de Facebook utilizando la interfaz gráfica Crowdtangle. A pesar de frecuentemente inexploradas, numerosos estudios indican que las emociones son importantes para el entendimiento de acontecimientos históricos y sociales (Ahmed, 2014; Potkay, 2007), siendo estas descriptas como elementos constitutivos de motivaciones, percepciones y actitudes, tanto individuales como colectivas. En ese sentido, el estudio de las emociones evocadas por la vacuna de la COVID-19 y los procesos de vacunación asociados, específicamente en Facebook, puede considerarse una estrategia productiva para el análisis de cómo este recurso de salud pública es visto y evaluado por el público.

Según el estudio de Avaaz (una red para la movilización global social) y la Sociedad Brasileña de Inmunizaciones (SBIm) (2019), redes como Facebook cumplen roles importantes como espacios de debate y fuentes de información sobre vacunas. Orr et al. (2016) y Oliveira et al. (2020) corroboran esta afirmación, demostrando que, de hecho, Facebook ha sido utilizada como una herramienta para la búsqueda e intercambio de contenido relacionado con la salud. En Brasil, este uso, así como el potencial que implica, se ven acentuados ya que, según un informe de We Are Social (2022), el 77% de la población brasileña tiene acceso a Internet, representando la sexta mayor población de usuarios intensivos de redes sociales en términos globales. Según ese informe, la búsqueda de información se destaca como uno de los usos más importantes de Facebook, una de las redes sociales más populares en ese país.

La comprensión de las discusiones sobre la vacuna contra la COVID-19 y los procesos asociados a la vacunación en Facebook, desde la perspectiva del análisis y reflexión de las emociones que evocan, puede, a su vez, ser considerado de suma importancia para el entendimiento de cómo el público percibe una de las herramientas clave de la sociedad global para la contención y erradicación de enfermedades, especialmente en un contexto de reticencia creciente a la vacunación a nivel global (Kennedy, 2020) y de circulación del discurso antivacunas (Costa & Silva, 2022).

Materiales y métodos

Identificación y clasificación de emociones

Después de la recolección y procesamiento de datos, las publicaciones fueron interpretadas y categorizadas para determinar su contenido emocional. Aquellas vacías de contenido emocional fueron clasificadas como «sin emociones expresadas», una categoría correspondiente a contenido informacional y otros tipos de contenido sin una vinculación emocional explícita (Penteado et al., 2021). Las publicaciones que contenían emociones explícitas fueron clasificadas en una de las siguientes dos formas: «emoción expresada e identificada», aplicándose descriptores emocionales que serán presentados a continuación, o «emoción expresada pero no identificada» en casos en los cuales, a pesar de tener contenido emocional detectable, no demostraron claridad suficiente para la clasificación en una emoción específica.

De las 1.067 publicaciones, 523 (49%) fueron clasificadas como «sin emociones expresadas», 22 (2%) como «emoción expresada pero no identificada» y 523 (49%) como «emoción expresada e identificada». Debido a nuestro interés en investigar publicaciones con contenido emocional identificable, aquellas clasificadas como «sin emociones expresadas» o «emociones expresadas, pero no identificadas» no avanzaron hacia las etapas posteriores del análisis. Por lo tanto, el conjunto de datos para este estudio consistió en 523 publicaciones.

En el campo del análisis de sentimientos y emociones, existen numerosos sistemas para registro y clasificación de estas últimas, incluyendo aquellos automatizados (a partir del uso de software específico); semiautomatizados (empleando software y recursos manuales) y alternativas manuales (realizado por investigadores sin la asistencia de procesos automatizados) (Aman & Szpakowicz, 2007; Siegert et al., 2014; Devillers et al., 2005). Si bien presentan un mayor rendimiento, los sistemas automatizados y semiautomatizados conllevan algunos aspectos negativos, por ejemplo, durante la identificación de emociones en texto con inconsistencias gramaticales o mensajes con sentidos ambiguos (como ironía o sarcasmo), además de dificultades en reconocer las características culturales de algunas emociones. Para este estudio, empleamos un proceso de registro y clasificación manual, recomendado para conjuntos de datos más pequeños, ya que reduce el potencial de error en la interpretación de emociones y promueve un entendimiento de sus significados considerando contextos específicos y la dinámica comunicacional (Martin et al., 2009).

Para establecer una estructura confiable para la categorización de las emociones observadas, utilizamos como base el marco del Lenguaje de Anotación y Representación de Emociones (Emotion Annotation and Representation Language, EARL), una lista de 48 emociones elaborada por la Red de Interacción Hombre-Máquina en la Emoción (Human-Machine Interaction Network on Emotion, HUMAINE) descripto en Schröder et al. (2006) y Douglas-Cowie et al. (2007). En algunos casos, otras expresiones afectivas o emocionales no incluidas en el EARL fueron halladas durante el proceso de clasificación y agregadas a la lista de descriptores. Siguiendo esos pasos, elaboramos una lista con un total de 56 emociones (Tabla 1).

Los descriptores emocionales luego fueron agrupados en categorías mayores adaptadas del Modelo de Afecto Central (Core Affect Model) de Russell (2003), conforme en Rowe et al. (2023). Este modelo clasifica emociones a partir de la excitación y valencia, dos dimensiones bipolares e independientes.

El análisis de valencia incluye sensaciones experimentadas como positivas (agradables) o negativas (desagradables), mientras que la excitación se refiere al nivel de activación emocional, variando de excitado (activo) a calmado (pasivo) (Russell, 2003; 2009). Después de la categorización, observamos que las emociones estaban frecuentemente dirigidas hacia aspectos apenas tangencialmente relacionados a la vacuna o a la vacunación, como decisiones relevantes tomadas (o no tomadas) por funcionarios públicos. Por consiguiente, identificamos y realizamos una lista de los objetos de cada emoción expresada para entender cuáles eran los asuntos más asociados con el tema más amplio de las vacunas.

Análisis y resultados

En el conjunto de datos de este estudio fueron identificadas 35 emociones distintas, demostrando el amplio espectro de emociones con diferentes disparadores, perspectivas y expresiones que las vacunas y la vacunación evocaron. Al agrupar estas emociones a partir del Modelo de Afecto Central (Russell, 2003, 2009), registramos 142 ocurrencias de emociones de excitación alta y valencia positiva. Descriptores de excitación alta y valencia negativa fueron asignados 87 veces. Entre los descriptores pasivos, 107 fueron de valencia negativa y 187 de valencia positiva. La emoción más frecuentemente identificada fue confianza (18,4%), seguida por preocupación (16,3%), desaprobación (10%), interés (8,8%), esperanza (7,9%), entusiasmo (4,6%), satisfacción (4,4%), alegría (4,2%), afecto (4%) y tristeza (3,3%). Otras emociones fueron identificadas en niveles menores de prevalencia.

Entre las emociones de valencia positiva identificadas en las publicaciones, la confianza (n=96) estaba asociada con los mensajes en los cuales la vacuna y el proceso de vacunación eran bien recibidos, demostrando como característica principal una asociación con información relacionada a la seguridad y eficacia de las vacunas. Interés (n=46), esperanza (n=41), entusiasmo (n=24), satisfacción (n=23), alegría (n=22) y afecto (n=21) también eran expresadas con relación a la vacuna vista como un paso importante hacia el fin de la pandemia.

Otras emociones negativas también estaban dirigidas hacia el presidente y/o sus acciones, como irritación (n=6), enojo (n=4), y molestia (n=2). La tristeza fue identificada en publicaciones que citaban muertes (n=14) causadas por la ausencia de vacunas como forma de prevención contra la COVID-19.

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Entre las emociones expresadas e identificadas (Figura 2), 62,1% (n=325) tenían valencia positiva, mientras que 37,9% (n=198) mostraron valencia negativa. Los objetos más frecuentes de esas emociones demuestran el rol de la vacuna como un tema central (n=281, 53,7%).

La vacuna estaba asociada con emociones positivas como confianza, interés y esperanza. Le siguen temas relacionados a Bolsonaro y a la COVID-19 (ambos con n=32 o 6,1% cada uno), el primero asociado a emociones como desaprobación, irritación o enojo, y el segundo a preocupación.

La adopción animal ⁷ fue el siguiente objeto de expresión emocional con mayor prevalencia (n=19 o 3,6%), y estaba asociado con el afecto. Aparte de estos temas, las muertes y las nuevas variantes (n=14 o 2,7% cada una) aparecen como objetos asociados con la tristeza y la preocupación, respectivamente. Otros objetos identificados en una cantidad menor de publicaciones están expresados en la Figura 3.

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En el caso de las emociones dirigidas hacia la vacuna, fueron positivas en un 93,1% (n=256) de las publicaciones y negativas en un 6,9% (n=19). Las emociones más comúnmente expresadas en estos casos, aparte de la confianza (n=87; 30,9%), interés (n=46; 16,3%) y esperanza (n=38; 13,5%), conforme mencionado previamente, fueron alegría (n=21; 7,4%) y entusiasmo (n=21; 7,4%).

En los cuadrantes negativos pueden observarse preocupación (n=7; 2,5%), desprecio (n=5; 1,8%) y desaprobación (n=2; 0,7%), seguidas por duda (n=2; 0,7%), tristeza (n=2; 0,7%) y perplejidad (n=1; 0,4%). Estas emociones corresponden a una proporción menor de los resultados respecto a las emociones positivas.

Discusión y conclusiones

Las redes sociales emergen como importantes espacios de expresión de ideas, posicionamientos y actitudes por parte de diferentes grupos en los más diversos temas (Santos & Cypriano, 2014). También son vistas como canales a través de los cuales transita una gran variedad de emociones (Serrano-Puche, 2016; Papacharissi, 2014). Nuestro análisis de las publicaciones de Facebook discutiendo la vacuna durante 2020 y 2021, así como sus emociones asociadas, reveló que la confianza es la emoción prevalente. Si bien la preocupación es la segunda emoción observada con mayor frecuencia por una pequeña diferencia de porcentaje, seguida, en tercer lugar, por la desaprobación, la confianza estaba dirigida específicamente hacia la vacuna y la vacunación, mientras que las emociones negativas se dirigían hacia situaciones del contexto del país, incluyendo dificultades en acceder a la vacuna.

Este resultado indica una amplia aceptación de la vacuna entre usuarios de Facebook en Brasil, considerando la muestra del estudio, y corrobora estudios sobre las percepciones de las vacunas realizados antes de la pandemia (Gallup, 2019). Elementos como la seguridad, eficacia y efectos positivos de las vacunas han sido señalados como factores que pueden haber contribuido a la producción de confianza en las comunicaciones publicadas, ya que refuerzan el sesgo positivo en torno a las vacunas. Estos puntos sostienen un entendimiento de la vacuna como una estrategia para superar la pandemia, así como una forma de evitar la propagación de la enfermedad y muertes innecesarias, teniendo en vista la recurrencia de la confianza en publicaciones que consideraban a la vacuna como positiva y, simultáneamente, se distanciaban de posibles dudas (Figura 2). Mensajes orientados a la vacuna con un sesgo positivo tienden a engendrar discusiones y percepciones públicas positivas sobre la vacuna (Kwok et al., 2021), mientras que mensajes que cuestionan su eficacia pueden contribuir con posicionamientos antivacunas (Greyling & Rossouw, 2022).

Hu et al. (2021) también identificaron la confianza como emoción predominante en su estudio sobre publicaciones de Twitter realizado antes y después la aprobación de las vacunas en los Estados Unidos de América. Según los autores, la confianza y otras emociones positivas ganaron visibilidad durante el inicio de la vacunación, superando emociones negativas como tristeza, enojo y disgusto. Esta misma dinámica fue observada por Rahmanti et al. (2022) al identificar que emociones positivas como la confianza superaban las negativas durante el inicio de la vacunación en Indonesia, lo cual es entendido por los autores como una consecuencia de estrategias de comunicación pública efectivas llevadas adelante por el gobierno respecto a la seguridad de las vacunas. De modo similar, la confianza fue la emoción más frecuentemente observada en un estudio realizado sobre las discusiones de la vacuna en redes sociales en Australia (Kwok et al., 2021). Estos resultados pueden ser utilizados como referencias para entender los debates sobre las vacunas, así como también las respuestas públicas a estas últimas en redes sociales.

En este estudio, el sesgo positivo, articulado a través de emociones como esperanza, alegría, interés, satisfacción y entusiasmo, fue el posicionamiento más frecuentemente observado (62,1%) para publicaciones que abordan las vacunas y los procesos de vacunación. Reiteramos que la mayoría de las emociones de valencia negativa identificadas (37,9%) no estaban dirigidas principalmente hacia la vacuna. Por ejemplo, la preocupación estaba dirigida principalmente hacia la propagación de la COVID-19, disputas respecto a la aprobación de la vacuna, compras de vacunas e implementación de los procesos de vacunación, y la emergencia de nuevas variantes.

Este último asunto, en particular, era visto como un riesgo a los esfuerzos de controlar la pandemia y una amenaza para el proceso de vacunación. Emociones negativas asociadas con este tema también fueron identificadas en otros estudios (Greyling & Rossouw, 2022; Mahyoob et al., 2022). Preguntas respecto a eventuales efectos colaterales, en cambio, fue uno de los únicos temas directamente relacionados a la vacuna identificado entre las instancias de preocupación, a pesar de representar una proporción menor del conjunto de datos (sólo 1,3% del total).

La desaprobación tampoco estaba comúnmente dirigida directamente hacia la vacuna y sí hacia el discurso y acciones de figuras públicas, como el presidente Jair Bolsonaro, quien se posicionó reiteradamente contra las vacunas⁹. Acontecimientos como ese, en el cual los agentes públicos se posicionaban en oposición al desarrollo y administración de recursos de salud pública como las vacunas, tienen el potencial de impactar en la discusión sobre estas últimas, así como en las emociones evocadas por el público en su evaluación y decisiones basadas en tal información (Hu et al., 2021). Otras emociones que fueron expresadas e identificadas en este estudio también fueron dirigidas hacia el presidente brasileño, sus ministros, y sus acciones, específicamente enojo, irritación y molestia. Esto demuestra que, mientras que en la mayoría de las publicaciones la vacuna era descripta positivamente, el presidente, su equipo y sus acciones eran vistos como obstáculos para el éxito del proceso de vacunación en Brasil.

Los resultados indican que la vacuna evocaba un amplio espectro de emociones con diferentes valencias y niveles de excitación, demostrando cuán sensible y recurrente era el tema en el debate público. Entre las emociones identificadas, aquellas de valencia positiva, como confianza, interés y esperanza, ocurrían más frecuentemente, especialmente cuando estaban dirigidas directamente hacia la vacuna. Las emociones de valencia negativa, como la preocupación y desaprobación, estaban enfocadas en temas y asuntos del contexto, como la propagación de la COVID-19, dificultad en acceder a la vacuna, nuevas variantes, y el propio presidente Bolsonaro.

Si bien en términos numéricos son menores, estas emociones negativas deben ser interpretadas como desafiantes frente al reconocimiento de la vacuna como una estrategia efectiva para combatir la pandemia, especialmente en un escenario en el que figuras públicas proponen posicionamientos antivacunas (Duarte, 2020). En ese sentido, la identificación de distintos temas en el discurso sobre la vacuna contra la COVID-19 y el proceso de vacunación, así como también las emociones evocadas en estas instancias, se muestra como una herramienta importante para el desarrollo de tácticas y estrategias con el objetivo de reforzar la confianza pública en vacunas e incrementar las tasas de vacunación.

Los resultados obtenidos en este estudio respecto a la identificación de emociones relacionadas a la vacuna expanden los hallazgos de estudios previos realizados en otros contextos y redes sociales (Monselise et al., 2021; Greyling & Rossouw, 2022; Hu et al., 2021; Penteado et al., 2021), contribuyendo a las reflexiones sobre el tema, especialmente en el contexto brasileño. No obstante, es importante resaltar que los resultados de este estudio se refieren a un conjunto específico de datos que posee tanto limitaciones como potencialidades. Sus limitaciones incluyen el hecho de que el conjunto de datos es representativo de una red social específica, además de no abordar el conjunto completo de datos sobre vacunas o grupos que no tienen acceso a internet. Sus potencialidades incluyen la posibilidad de arrojar luz sobre un asunto que, hasta el momento, ha sido poco explorado en Brasil, contribuyendo a las interpretaciones sobre las percepciones de un subconjunto del público brasileño en Facebook respecto a la vacuna contra la COVID-19, identificando emociones evocadas, sus valencias y principales objetos.

Delante de estos aspectos, y considerando el recorte aplicado, así como la diversidad de publicaciones y plataformas existentes, es evidente que son necesarias más investigaciones a partir de otros períodos de tiempo, tipos de publicaciones y redes sociales para elucidar las dinámicas relevantes involucradas, identificar similitudes y diferencias entre ellas, y, en suma, entender las percepciones y emociones de diferentes grupos respecto a la vacuna contra la COVID-19 y los procesos de vacunación en Brasil. (1)