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Revista Comunicar 25: Televisión de calidad (Vol. 13 - 2005)
Televisión: ¿la calidad se paga? Públicos y privados en misión de servicio público
Television: paying for quality? Public and private networks in public service mission
Samantha Mendes
En la actualidad se asiste a una supremacía del valor de las audiencias en el panorama televisivo occidental.
Se hace cada vez más urgente redefinir los conceptos de «servicio público» en televisión, que se supone ser de «calidad», y comprender de qué manera las estaciones públicas, actualmente confrontadas con problemas de falta de recursos económicos, pueden seguir fieles a su misión de servicio público.
Por otro lado, es pertinente verificar si es posible atraer a las televisiones privadas para conceptos de parrilla más conformes a lo que es considerado «servicio público», que en simultáneo puedan ser «interesantes» desde el punto de vista económico/audiencias, sin acercarse a la telebasura y garantizando contenidos de calidad a los telespectadores.
Para esto hay que definir lo que es «calidad», lo que es un concepto vago y que suscita actualmente muchas discusiones en el ámbito del audiovisual y académico también, y para lo cual no hay respuestas concretas ni definitivas.
Sabiendo que los programas de calidad son más onerosos en producción que los de telebasura, y sabiendo que son estos últimos los que consiguen más financiación por sus audiencias, traducidas en publicidad y por su vez, dinero, se concluye fácilmente que hay una competencia desleal entre públicos y privados. Esto lo que toca a la producción de contenidos de calidad, una vez que las estaciones públicas se debaten con la cuestión de la financiación pública y del Estado, que no es comparable a las recetas de la publicidad y las leyes de mercado por las cuales se dirigen las estaciones privadas de televisión.
Haciendo un recorrido de lo que es considerado como «Servicio Público de Televisión» en Europa, nombradamente según el tratado de Ámsterdam, se pretende discutir el audiovisual y proponer algunos caminos a seguir hacia una televisión de calidad, pedagógicamente sana y enriquecedora, y demostrar algunos ejemplos bien conseguidos de programas de calidad, en la televisión pública, bien en la privada, en Portugal.
El contenido pertinente para la sociedad civil es lo que mejor puede definir la misión de servicio público; los ejemplos a presentar en la comunicación ilustrarán las características requeridas de ese servicio público, que puede ser ejercido a través de contenidos informativos y comunicativos de calidad.
Estos programas ejemplifican cómo se puede hablar de calidad en el sector privado de televisión y cómo las televisiones públicas necesitan muchas veces adaptar su parrilla a horarios más conformes al ritmo de vida de los espectadores.
Solamente buscando buenos ejemplos de calidad en los contenidos televisivos se podrá hablar de una verdadera televisión «pedagógica», con la cual se puede aprender y ayudar a crear bases sólidas y sanas en una población cada vez más alejada de los derechos y deberes de ciudadanía y responsabilidad social, en el seno de la post-modernidad.
Nowadays we are witnessing a share's supremacy on the Occidental television scenery.
It is becoming most urgent to redefine «public service» concepts in television, which is supposed to have «quality», and understand in which way public networks, currently confronted with lack of economical resources problems, can stay true to their mission of «public service».
It is pertinent to verify if it is possible to attract private networks to programming concepts closer to what is considered «public service», which can simultaneously be «interesting» from an economic/share holds point of view, without entering in the «teletrash» domain and guarantying quality contents to the viewers.
For achieving this it is necessary to define what «quality» is, which is a vague concept and is raising many discussions in the field of audiovisual and also academic, and to which there are no solid or definitive answers.
Knowing that quality programs are more expensive in production than the ones of «teletrash», and knowing that are these last ones that get more financing for their shares translated into advertisement and by its turn, into money, you conclude easily that there is a unbalanced competition between public and private networks.
In what concerns the quality contents production, since the public networks are facing the questions of public and State financing, which is not comparable to the advertising and economic laws by which the private networks are guided.
Taking a global view on what is considered «Public Service on Audio Broadcasting» in Europe, using some examples of the Amsterdam Treaty, we intend to discuss audiovisual and suggest some paths to follow towards a quality television, pedagogically healthy and enriching, and point out some well achieved examples of quality programs, either in public television, or in private networks, in Portugal.
A pertinent content for civil society is what best defines the mission of public service; the examples to present in the communication will illustrate the required characteristics of this public service, which can be applied through quality communicative and informative contents.
These programs show how you can talk about quality in the private networks of television and how public networks need many times to adapt their programming to time schedules more adequate to the rhythm of live of the viewers.
Only aiming for good examples of quality in television contents can we really talk about a true «pedagogic» television, from which you can actually learn and help to create solid and healthy bases for a population more distracted from rights and duties of citizenship and social responsibility, in the core of post-modernity.
Keywords
Servicio público de televisión, calidad televisiva, telebasura
Public service of television, television quality, telerubbish